El arte no es una terapia, aunque pintar, esculpir o moldear barro puedan ser actividades…
Las mujeres en el diseño gráfico americano: breve reseña
En la actualidad, según Data USA, al menos el 53,4% de los diseñadores gráficos son mujeres, pero son muchos los que desconocen el papel de las mujeres en el diseño gráfico y protagonistas a lo largo de la historia.
De este modo, en los últimos años, muchas mujeres con maestría en diseño gráfico se han dedicado no solo a recuperar la historia de las pioneras, sino a impulsar la industria, de modo de que se facilite el crecimiento laboral de las diseñadoras gráficas.
En este artículo, respaldado por la obra de Ellen Mazur Thomson, Los orígenes del diseño gráfico en América 1870-1920 (1997), se hará un breve recorrido por la historia de las diseñadoras gráficas americanas y su estado actual.
La demanda de material impreso
A pesar de que la imprenta se inventó en el siglo XV, no es hasta la segunda mitad del siglo XIX con la agilización del proceso y la creciente alfabetización de la población que hay un creciente demanda de materiales impresos, tales como revistas, periódicos y anuncios publicitarios. Así, uno de los orígenes primordiales del diseño gráfico se encuentra en la necesidad de consumo de contenidos y en los trabajadores de la imprenta.
Durante y tras de la Primera Guerra Mundial hay un auge de mujeres trabajadoras. Primordialmente, porque los hombres estaban en el frente o bien habían fallecido en él, con lo que las mujeres se incorporan en el mercado laboral siendo las imprentas un ámbito más.
El trabajo en las imprentas era uno de los más accesibles para las mujeres, debido a que, según Thomson, existía la concepción de que tenían una buena composición tipográfica debido al tamaño pequeño de sus manos. Aun así, existía una brecha salarial y no tenían representación sindical, sin opción a los mismos derechos que reclamaban sus compañeros.
Asimismo, se dificultaba que alcanzarán cargos de responsabilidad dentro de las imprentas por lo cual muchos de sus nombres se han perdido a lo largo de la historia. Existían excepciones, y eran las herederas de los negocios de imprenta, un ejemplo lo tenemos Amelia Jenks Bloomer, editora del periódico The Lyli, que ayudó a la unión de mujeres de la industria.
Al igual que ella, muchas mujeres encontraron su camino en ramas similares, tales como la escritura publicitaria y la ilustración. En la década del 10 del siglo XX con el auge del movimiento sufragista, las pioneras del diseño gráfico desarrollaron panfletos apoyando la causa, de este modo, destaca Hilda Dallas quien utilizó el estilo art nouveau.
En lo que respecta a ilustración, gracias al trabajo de los profesionales de la historia del arte, hallamos más información. Las mujeres se especializaban en su mayoría en la ilustración de revistas y libros infantiles. Por ejemplo, Elizabeth Shippen Green, quien trabajo para revistas como Harper’s Montly y The Saturday Evening Post.
A medida que fue creciendo la demanda publicitaria, la labor del diseño gráfico fue profesionalizándose. De este modo, en los años 50 del pasado siglo encontramos responsables de género femenino tal como Muriel Cooper, encargada editorial del Instituto Tecnológico de Massachussets.
Con la creación del computador Macintosh en los años 90, creció la industria del diseño digital. Siendo Susan Kare, artista y diseñadora gráfica la que se encargó de gran parte del diseño de fuentes e interfaz para el famoso sistema operativo de Steve Jobs, abriendo paso para congéneres en el mercado digital.
Actualmente, no solo hay mujeres en posiciones líderes de la industria, sino también con carreras freelance exitosas. Sin embargo, al igual que otras profesiones, seguimos encontrando desigualdades salariales y en el acceso a cargos de dirección, el denominado Techo de cristal, por lo que aún hay mucho camino por recorrer.